Viaje de lo Transitorio a lo eterno.

jueves, 2 de marzo de 2017

Mi Necesidad de Dios (parte I)

 Confía en el Señor con todo tu corazón;  no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas,  y él te mostrará cuál camino tomar. Proverbios 3:5-6 (NTV)

¿Qué implicación tiene para nosotros el hecho de que la Biblia nos dice que no dependamos de nuestro propio entendimiento? Es muy extraño oír aseveraciones de este tipo en nuestros tiempos. Donde se nos insta de manera reiterativa e insistente a que debemos desarrollar nuestra auto estima, se nos motiva a confiar en nosotros mismos y a tratar de desarrollar una vida de total autonomía.

Extrañamente este versículo inspirado por “nuestro fabricante” nos infiere que nuestro entendimiento no es digno de confianza, los deseos de nuestro corazón son engañosos dice en otra parte de las Escrituras, ¿pero será esto verdad? ¿Hasta dónde puede ser confiable un proverbio escrito hace más de dos mil años?

Nuestra naturaleza nos dirige a dudar de todo lo que vaya en contra de los deseos de nuestra carne, nos hace cuestiona toda insinuación que atente contra nuestra autonomía, reclamamos una libertad para la que no fuimos creados (la dependencia de Dios nos hace completos) y defendemos nuestro derecho a hacer lo que nos venga en gana.

Esta parte rebelde de nuestro entendimiento es lo que nos hace verdaderamente esclavos de nuestras pasiones y lo que finalmente nos conduce a la destrucción y el fracaso, no nos damos cuenta de que quien nos completa es Dios, quien nos dirige y guía es El, Su palabra está ahí para decirnos que hacer, como hacerlo y cuando hacerlo. La dependencia de Dios paradójicamente es lo que realmente nos da libertad, porque nos libera de las pasiones que yacen en nuestra carne corrompida por el pecado.

Dios nos mostrara el camino a tomar, y que tranquilidad nos da el saber que somos guiados, cuidados y dirigidos por El único y Sabio Dios.




No hay comentarios:

Publicar un comentario